Día: febrero 7, 2014

Condiciones de Facebook: todo lo que aceptase sin leer, explicado de forma clara

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Esta semana Facebook, la gran red social, ha cumplido 10 años. Con más de 1230 millones de usuarios activos, la red social de Mark Zuckerberg se ha convertido en uno de los servicios de mayor peso en la red; un lugar en el que es fácil registrarse pero que, sin embargo, nos ofrece un «contrato» que no todos los usuarios leen ni tampoco conocen.

Las condiciones de servicio, también conocidas como «términos de servicio» o ToS, son una serie de clausulas que encontramos cuando nos registramos en un servicio, vamos a usar por primera vez una aplicación o estamos instalando un software. Clausulas escritas, normalmente, en lenguaje jurídico (o pura verborrea legal, según se mire) y que describen cuáles son las condiciones de uso de un servicio determinado, qué se hace con nuestros datos, qué responsabilidades tenemos o qué obligaciones tiene el prestatario de los servicios.

Si bien sería lógico que este tipo de clausulas fueran fáciles de entender por los usuarios, la realidad es que están redactadas para ser un galimatías de tal calibre que los usuarios las aceptan sin revisar y sin leer. Si en Celularis hace unos días hablaron de las condiciones de WhatsApp y de las clausulas que los usuarios aceptaban sin leer, no es el único servicio que «casi» nos hace vender nuestra alma para poder usarlo; cualquiera de las redes sociales que usamos también tienen sus clausulas abusivas y, dado que en esta semana Facebook ha cumplido 10 años, vamos a poner el foco en la red social de Mark Zuckerberg para analizar qué condiciones hemos aceptado en Facebook, seguramente, sin haberlas leído.

Navegar y navegar por las clausulas

Las clausulas que definen las condiciones de Facebook, afortunadamente, están en castellano y, por tanto, se rompe un poco la barrera del idioma. Sin embargo, a pesar de la traducción, Facebook deja claro que lo que estamos leyendo es una traducción de un texto escrito en inglés de Estados Unidos y que, por tanto, el que prevalece como vinculante (el que aceptamos como contrato) es la versión en inglés así que si hay errores en la traducción no se tienen en cuenta desde el punto de vista de Facebook.

Partiendo de esta base, el texto que encontramos en las condiciones de Facebook, y que nadie suele leer, está estructurado en 19 bloques que, a su vez, se expanden por un buen número de páginas «aclaratorias» con más ramificaciones y que intentan explicar (aunque es fácil perderse entre tanta página) qué es lo que hace Facebook con nuestros datos y con la información que generamos en su plataforma.

Facebook

Business Insider

Tus datos, mis datos, nuestros datos

  • Aunque Facebook indique que somos los propietarios de los derechos de los contenidos que subimos (nuestras fotos, nuestros vídeos…), la red social de Mark Zuckerberg se auto-atribuye una licencia de uso mientras seamos usuarios del servicio y, por tanto, puede usar nuestros contenidos o los que generemos en aplicaciones conectadas con Facebook. Dicho de otra forma, cuando subimos una foto a Facebook, el servicio tiene derecho de usarla y puede mostrar nuestra foto de perfil en el widget que se usa en una web o usar un vídeo subido en otra sección aunque, eso sí, la visibilidad de los contenidos depende de nuestra propia configuración de privacidad (y si hemos acotado la visualización de los contenidos que hemos publicado).
  • Cuando eliminamos un contenido de Facebook, no es descabellado pensar que éste desaparezca de la red social; sin embargo, las cosas no son tan simples. Facebook nos avisa que aunque borremos algo puede que no desaparezca del todo porque, como buena empresa tecnológica, guarda copias de seguridad de sus bases de datos y contenidos y los retiene durante un tiempo para poder recuperar información. Por tanto, aunque borremos algo, lo más seguro es que Facebook lo siga conservando.
  • Que una aplicación acceda a nuestros datos, según Facebook, es algo que depende de nosotros. Facebook se asegura de mostrar qué información y acceso requiere la aplicación conectada y queda de nuestro lado aceptar estas condiciones de la aplicación (y compartir nuestra información con un tercero).
  • Por el hecho de usar Facebook, los usuarios nos convertimos en «producto» de los anunciantes de la plataforma. Al registrarnos estamos aceptando tácitamente que Facebook use nuestra foto de perfil, nuestro nombre o nuestros contenidos para sus campañas publicitarias o algoritmos de segmentación; de esta forma, usan nuestros datos para modelar la publicidad que vemos o la que puedan ver otros usuarios (indicando a nuestros amigos que a nosotros nos gusta una determinada marca). Nuestra implicación en la publicidad es obligatoria y, por supuesto, no recibiremos dinero alguno por nuestra participación.
  • Al usar Facebook consentimos que nuestros datos se almacenen en Estados Unidos y, por tanto, les aplique la legislación vigente en el país. De todas formas, hay una curiosa excepción para los usuarios de Alemania que cuentan con unas condiciones especiales tras los distintos procesos legales contra la red social en este país.

Data Center Facebook

Seguridad y protección de los usuarios

  • Facebook no garantiza que su plataforma sea segura; sí que es cierto que impone ciertas «reglas de uso» y mecanismos para informar si nos topamos con usuarios que ejerzan de stalkers, publiquen contenidos violentos, sean spammers o realices actividades comerciales fuera de las normas establecidas.
  • Para poder registrar una cuenta en Facebook, el usuario debe ser mayor de 13 años y ofrecer información real (nada de nombres falsos o registrarnos suplantando a otra persona). De hecho, al registrarnos, uno adquiere una serie de compromisos con Facebook que, teóricamente, debemos cumplir: mantener actualizada la información de contacto, no compartir nuestra contraseña (aunque esto debería ser obvio), no transferir la cuenta a un tercero, usar datos reales y, además, acatar que Facebook pueda reclamar (y quitarnos) nuestro nombre de usuario porque una marca lo reclame o se queje.
  • Facebook se reserva el derecho de retirar contenidos publicados si considera que violan sus políticas o si alguien ha denunciado una violación de derechos de propiedad intelectual. Además, para los usuarios reincidentes, Facebook puede considerar la desactivación de las cuentas sin previo aviso.

Facebook y Estados Unidos

Los derechos del usuario

  • Facebook puede cambiar las condiciones del servicio cuando quiera, es algo que deja bastante claro. Si bien es cierto que avisará a los usuarios, en el momento que se apliquen los cambios y sigamos usando el servicio, la red social de Mark Zuckerberg asumirá que los hemos aceptado.
  • Nuestra cuenta puede darse de baja o desactivarse tanto si lo solicitamos nosotros mismos como de manera unilateral por parte de Facebook (por ejemplo, por un mal uso). La desactivación es temporal, es decir, podemos volver a Facebook y reactivar la cuenta sin que los datos se hayan perdido. En el caso de eliminar nuestra cuenta, Facebook eliminará nuestros datos aunque, eso sí, con la prerrogativa que comentábamos al inicio: las copias de seguridad se mantienen.
  • Aunque eliminemos nuestra cuenta del servicio, Facebook mantiene vigente algunas clausulas de sus condiciones de servicio y, además de mantener los backups, los likes que hayamos hecho o los contenidos que se hayan compartido como «públicos».
  • Facebook es una empresa estadounidense, por tanto, la legislación que aplica es la de su país: la ley estadounidense de protección de los derechos de autor (Digital Millennium Copyright Act) o la ley de protección de la privacidad de vídeo (Video Privacy Protection Act, VPPA) y, en caso de demanda, el fuero que aplica es el del tribunal del Distrito Norte de California o en un tribunal estatal del Condado de San Mateo. Además, Facebook queda exenta de toda responsabilidad por nuestros actos y en caso de demanda por algo que hayamo hecho, ellos permanecerán al margen.
  • Facebook no ofrece garantías de disponibilidad del servicio ni tampoco se hace responsable de lo que hagan los usuarios, ellos redactan un código de conducta que intentan que se cumpla pero tampoco garantizan que esto vaya a ocurrir en el 100% de los casos.
  • Si Facebook no cumpliese alguna de sus clausulas, no pasa nada. Que Facebook no cumpla no invalida el contrato y si hay alguna clausula que no se pueda cumplir por motivos técnicos o legales tampoco pasa nada, todo lo demás sigue siendo de aplicación.

Si tras leer todo esto te queda alguna duda con respecto a tus derechos en Facebook, la red social lo resumen muy bien al final de su contrato: «Nos reservamos todos los derechos que no te hayamos concedido de forma expresa».

 

Fuente: Alt1040.

Hojas sueltas de una revista (+Fotos)

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Les dijeron que iban “a una entrevista”; así que entraron con un cortés pero distante “buenos días” y escogieron sus respectivas sillas para sentarse a la espera, quizás de una clase o una sucesión de preguntas donde saldría premiada la mejor respuesta.

Al final ni lo uno ni lo otro. Se escuchó un murmullo de asombro cuando oyeron la exhortación a conversar sentados en el  piso, sobre un montón de gente que anda por ahí escribiendo lo que siente o lo que le pasa.

La anoche antes pensaba en cómo saldría esta idea medio loca de sacar a la revista BlogosferaCuba del código binario, tornarla en papel aunque fueran en hojas sueltas y averiguar si a un montó de muchachos de un preuniversitario les agradaría leerla.
Antes charlamos un rato sobre el “El Pre” aunque mantuve en secreto cuánto tiempo hace que vestí de azul en esos mismos pasillos no fuera ser que me vieran demasiado viejo.
Yasmani y Yaneya leyeron de un muchacho cuidando a su abuelo en unacama de hospital, de una merienda ofrecida y una cucaracha. Yasmani respiró aliviado porque no sobrevendría una interpretación al estilo de las clases de Español, obviamente ese no es su fuerte.

“Me gustó mucho el Subdesarrollo de Javier. Él expresó las realidades de la vida y las cosas que están sucediendo hoy en día cuando vamos a un hospital”, dijo Yaneya antes de dejare un mensaje a Javier: “Expresaste las realidad de la vida y de cómo a pesar de las condiciones en que vivimos no hemos perdido el humanismo y la solidaridad, que las cosas espirituales también son importantes”.
Yasmani, con cara seria le dio una sugerencia: “Me gustaría un día un post tuyo con esta idea: No existe dinero en el mundo que pueda comprar  la vergüenza de un país subdesarrollado”.
 
Para Ana “La adolescencia es una etapa en que se cometen muchos errores. Pasamos por esas cosas también. Tienes un problema en tu casa o una preocupación. Un amiguito viene y te dice por qué estas así. Es un consejo más para seguir adelante. Que debemos ser más tolerantes con los demás. Por eso yo estoy de acuerdo con Leticia”.
Puede que Leticia se haya ganado una amiga en Las Tunas: “Leticia: mucha suerte, y para tu niña también. Sigue escribiendo que ese post me llegó mucho. Llévate por eso que escribiste y sigue escribiendo para que le enseñes eso a tu niña”.
Olga Esther miró a través de las letras la historia de Claudio y su edificio. “En mi cabeza estaba los edificios de la Habana Vieja, los que están frente al Capitolio que los tienen como que abandonados y aún así ahí viven personas”, comentó después.
Raul quedó frente a la interrogante de Mayra García Cardentey que no sabe que decirle a su mamá quien ha sido rebajada a una plaza menor después 34 años de trabajo. Raúl recordó a su abuelo “que vive trabajando y pienso que el día en que se siente no sé si va a seguir viviendo”.
Alexander viajó por unos segundos al vecindario de Dario Alejandro Escobar y Gente le recodó su barrio y que “aunque te pasen cosas malas o te falte algo siempre habrá alguien que te va a dar la mano. Darío: sigue escribiendo me llegó tu mensaje. Sigue defendiendo tu criterio.
Dianela se montó en el tren junto a Carlos Manuel Álvarez. Su mirada, sus expresiones dejaban entrever que ella también ha vivido escenas parecidas. Compartió con el grupo su pasaje preferido: Viajaren tren es como hacer un poema, pero más emocionante. Como cometer unhomicidio, pero menos morboso. E igual de atrevido que bailar una piezadesconocida, en un salón desconocido, con una pareja desconocida
Dianela quiere que Carlos Manuel vuelva a escribir en su blog. “Te felicito porque tuviste el valor de compartir esa experiencia. Me motivaste mucho. Nunca es tarde si la dicha es buena. No pierdas la esperanza” fue su mensaje.
Marianis asistió al momento en que a María, una hija de Shangó y homosexual que nunca lo ha ocultado, la hicieron militante del Partido allá en El Mejunje. Sintió un poco rara la historia, quizás porque no tenía idea que las lesbianas y los gay ya pueden ser militantes del PCC; porque a fin de cuentas eso no es otra cosa sino una orientación sexual, lo que importa es otra cosa.
Al respecto dijo: “En la sociedad todos somos iguales. No por las creencias o por cómo tu pienses eso te limita a ti a defender lo que crees  y de tener determinadas cosas en común con los demás”.
 Ilidia de sonrisa bella y mirada pícara reparó en el Carnaval el día después. Confesó que ella ha amanecido y ha sido de esos noctámbulos que el nuevo día de fiesta. Una carcajada colectivo me hizo pensar que no es la única.
Anabel y Laura anduvieron el curioso camino de Sigiro Memareo y se quedaroncon la duda de sí era alemán o japonés.  “Hay situaciones en que es al revés y son los padres lo que se quedan sin saber qué fue de sus hijos”, afirmó Laura quien ahora mismo tiene marcado en su calendario el 14 de febrero y pretende sin éxito que no le importa si le regalan algo o no.
Susana y Yoandris descubrieron al quitador de carteles de Alejo339. Susana asegura que en Camagüey no es la única ciudad donde pasan esas cosas. Yoandris se imaginó como padre dándole consejos a sus hijos para que no tire basura en la ciudad.
En este encuentro no hubo foto oficial pues en definitiva no fue una visita de etiqueta o algo por el estilo. “Todas esas cosas que hemos leído son situaciones que le han pasado que han vivido. Todas las anécdotas que hemos escuchado y lo que interiorizamos en las hojas que leímos: yo siento que son anécdotas que hoy en día se viven”, expresó Yaneya
Ahora mismo en sus memorias (en las extraíbles también) va la revista BlogosferaCuba. Prometieron ponerla en el servidor de la escuela para compartirla con los demás. Se llevaron las hojas sueltas que probablemente otros ojos lean. Mas, intuyo que lo más importante va en sus cerebros.