UPEC
Viñales (o cuando el miedo no me abochorna)
¡Ñoooo Asereee! ¡Qué alto!
Para mí cada uno de estos encuentros de blogueros siempre es como la primera vez. Creo que todo comenzó en julio de 2012. No éramos más que un buchito de soñadores decididos a burlar las penurias de un largo viaje rumbo a Oriente, por el mero hecho de subir la montaña más alta de Cuba.
Cuando uno se pone a sacar cuentas descubre que solo han pasado dos años, sin embargo, estos encuentros han sido tan intensos, que cuando los pienso siempre me cubre la nostalgia. Siento entonces que la Sierra Maestra, Topes de Collantes o El Nicho son de esos lugares remotos adonde debo regresar algún día, deshaciendo aquella frase de Sabina que sentencia categóricamente que al lugar donde has sido feliz no debieras volver. Si es con las mismas personas, sí, nadie lo dude.
Porque sin discusión de ningún tipo, lo mejor de estas citas, más allá de las bellezas naturales, y los habitantes e historias de los lugares visitados, son la gente tan singular que asiste.
Y aquí las menciones harían interminable este post, solo mencionaré la caballerosidad sin parangón de Camilo, capaz de caminar descalzo sobre todas las piedras de los ríos de la Sierra, porque a Carmen Luisa la fuerte corriente de agua le arrebató sus chancletas. Esa hazaña anónima que nadie olvida fue solo el alumbramiento de la gran amistad de un piquete, que cada encuentro suma más fieles a la causa.
Desde que me alisté al primer convite, he tratado de no ausentarme a ninguno, consciente como estoy de que la felicidad en casa del pobre dura poco; más si se es periodista, y con un ínfimo salario decide aventurarse a cualquier rincón mágico de la isla. Pero como también dicen los viejos, a un gustazo un trancazo, porque después de cada reencuentro entra como una ensoñación, que durará días y hasta meses.
Vaya, lo difícil resulta superar las primeras horas tras el regreso, cuando uno vuelve a la anormalidad y la bobería, y se siente medio atontado por el silencio y la calma. Ya después irás recuperando la sensación de felicidad por los días vividos, y hasta recordarás cada frase ingeniosa, cada chiste, cada minuto transcurrido y gozado.
Blogueros en Viñales
De mis adicciones, la más sana sin dudas consiste en tomar el salario de un mes, y sin pensarlo mucho agarrar la mochila, dos o tres gorras-por el sol pienso yo, por las entradas dirán algunos-, una caja de cigarro, y enrumbar hacia lo desconocido donde aguardan amigos de siempre, y otros nuevos que engrosarán la lista.
A la verdad que la vida se hace más llevadera en esos tres o cuatro días, atrás quedan todas las preocupaciones inherentes al ajetreo cotidiano de todo cubano. Disfrutar, compartir, bailar, y mortales al fin no puede faltar la polémica, un que otro desaguisado, pero al final retornará el barullo, la carcajada, la más grata alegría, que aterrizará vivaracha durante estas jornadas.
Cuando se va acercando el final, un final ficticio, porque después el avispero salta a la redes, pero cuando ya se anuncia el retorno el día amanece cansón, y las palabras se hacen escasas.
En la mente de muchos solo hay una idea fija y una frase recurrente: ¡nos veremos pronto en el próximo encuentro! Aunque aquí pronto signifique esperar medio año, la alegría que acompaña cada reencuentro bien vale el tiempo y la espera.
De cuando fui un potro salvaje
Y es que al final se ha convertido en una agradable costumbre esto de reunirnos, y para mí en una necesidad. A ese piquete, que cada día crece, me le presento como realmente soy. No significa esto que yo sea un hipócrita, y en otros eventos muestre una versión más acabada de Arnaldo.
No se trata de eso, es que cuando suena la corneta que anuncia la próxima carga de la guerrilla, dejo en casa atuendos y sonrisas falsas, porque solo allí me asumen como realmente soy. Porque desde el inicio decidimos no abonar prejuicios, ya que los defectos de cada quien, al menos para nosotros es solo la diversidad de caracteres que enriquece nuestro grupo, nunca estigmas que te otrifican.
Por eso desde el primer momento no temí mostrar mis miedos; nunca oculté mis vértigos a las alturas, no vacilé en mostrar hasta mis lágrimas al sentir esa irremediable sensación de que te puedes despetroncar hacia abajo, que te hiela el cuerpo y la sangre, que te impide moverte por más que quieras, y solo consigues cerrar los ojos, y decirte que todo es un sueño, que nunca subiste tan alto porque le temes a las alturas, aún así quieres llegar allá arriba donde están tus amigos, entonces entiendes que de nada valen las arengas entusiastas de Camilo, o el abrazo de La Tuni. El miedo no se irá, crece.
Pero lo mejor viene después, el mayor premio de todos, cuando más de uno te felicita sinceramente porque fuiste valiente y enfrentaste tus miedos. En esas cosas pienso en este minuto, y en las que nos aguardan en Camagüey, con la seguridad de que el tiempo pasará volando, para intentar vivir de verdad tres o cuatro días, cuando llegué noviembre.
La prensa y los periodistas
Un buen amigo me dice que me sumo yo al nuevo deporte nacional de Cuba, que es criticar a los periodistas, y entonces creo imprescindible entrar en el asunto porque, básicamente, me ha picado esa apreciación. Según la mía, nunca se juzgó en este blog el papel individual que desempeñan los periodistas cubanos en el estado actual de cosas asociadas a la prensa. Y no lo he hecho porque no me creo con ese derecho, que sí tendría, en cierta medida, si permaneciera dentro del potaje.
Hablando en buen cubano diría también que los periodistas que trabajan en los medios fueron, son y serán mi gente, mis socios, y que no me da mi reverendísima gana hablar mal de ellos. Pero que no los juzgue no significa que no tenga criterio sobre lo que hacen o dejan de hacer, sí lo tengo, solo que lo humano, humano es, y humanamente debe tratarse.
La prensa, en cambio, no es cosa humana. A la prensa entonces y siempre ejerciendo mi simple derecho de consumidor, no sentando cátedras de nada sí la critico, y por lo claro, eludiendo el bosque y las tangentes. He dicho de ella (entre muchas otras cosas seguro) que es aburridísima, irresponsable, huérfana de periodismo, facilista, despersonalizada, pretenciosa, repleta de los vicios más viejos del oficio, falta de ética, e irrespetuosa del ciudadano que quiere y merece saber más y saber mejor de lo que pasa en su país y en el mundo. Todo esto lo firmaría yo de nuevo en cualquier momento, aunque puesto así, de bloque en un solo párrafo, suene muy duro y sobredimensionado…
Del mismo modo he de reconocer que alguna vez se me fue la catalina completa y me extralimité con el calificativo, atribuyéndole a este dimensiones dramáticas, que no son sino reflejos de la subjetividad que nos hace personas y no cerebros con patas… Pero una imprecisión, hipérbole literaria o exageración de cubano, llámese comoquiera, nunca es una falacia, por tanto vale; a mí me vale.
En el otro extremo del cachumbambé pongo a los periodistas, que como grupo profesional, clasifican entre lo mejor que tenemos en Cuba. Se involucran en lo que hacen, y son capaces de asumir coberturas dificilísimas y cada vez más imposibles,y no de huracanes tropicales, sino del típico acto en saludo a del diplomita y el aplauso. Hay que tener talento para sacar noticia, año tras año, de situaciones absolutamente anti-noticiosas. Otra cosa que eleva el nivel del grupo es que en él confluyen el periodista de oficio y el de academia: el que se huele las noticias por instinto, y el que las fabrica estudiando los públicos y las agendas.
Es cierto 100 % que criticar a los periodistas se ha convertido en deporte nacional desde que el Presidente del país, Raúl Castro Ruz, lanzara la primera bola del torneo, y también que luego de esto la cosa fue cogiendo alas hasta llegar al punto indignante en que funcionarios y jefes de todas las clases, amparando los discursos propios en discursos de poder como siempre, se creyeron con el derecho a decirle al reportero hasta qué debía preguntar y qué no. Sin embargo mi opinión al respecto siempre ha sido que los periodistas son los que menos culpas llevan en el estado lamentable en que se encuentra hoy la prensa de este país, y que si algo bueno se puede hacer por ella es darle el trastazo donde mismo patina para ver si alguien se conmueve y rectifica.
No es posible con/fundir en uno solo los roles del reportero y los de una organización informativa. O sea, siempre habrá un grado de emulsión y complicidad que se siente sí o sí, pero las funciones de cada uno están notablemente separadas…, tiene que ser así: no puede una persona cargar con el peso de todo un mecanismo oxidado, y eso lo sabe la gente porque te lo dicen en la calle, y los saben los periodistas, que aprietan los labios y suben las cejas como diciendo ¡qué es esto caballero!, y lo sabe también la prensa, porque su aparente desenfado solo trasluce que está bien al tanto de su gravedad… algo así como en fase de aceptación.
Fuente: Alejo 3399.
Mis candidatos a la presidencia de la UPEC
Por: rodoguanabacoa
Este es un post breve. Se acerca el Congreso de la UPEC y como probablemente se hagan elecciones, me anticipo y propongo a tres jóvenes periodistas que creo, seriamente, podrían desempeñar el cargo con total eficiencia y seriedad. Ellos son:
Leidy Torres. Villa Clara. Soñadora empedernida. Muchacha detallista. Amiga de cuanto periodista decente y bueno habita en Cuba. Le ha escrito a todas y a todos. Fiel comentarista de la blogosfera cubana. Periodista del periódico Vanguardia. Profesora de la universidad villaclareña. Lanza botellas al mar y celebra cumpleaños. Cronista. Admiradora y seguidora de Julio García Luis, Luis Sexto, Pepe Alejandro, la profe Miriam… y otros grandes.
Daniel Urbino. Periodista de Trabajadores. Militante del Partido y secretario general de su Comité de Base de la UJC. Acumula 37 créditos en cursos y posgrados de superación política. Amigo de gente humilde (Atila, el chino….) y también comparte espacios festivos con sus compañeros de aula (Abdul, Lima, Pedro…). Resuelve de todo. Siempre dispuesto a ayudar. Tiene secretaria, celular particular y licencia de conducción. Es serio en su trabajo y ejemplo ante los estudiantes de periodismo que han hecho prácticas en el periódico.
Karina Marrón. Subdirectora del periódico “Ahora” en Holguín. Profesora universitaria. Líder espiritual y real en el piquete de “Blogueros guerrilleros”. Tiene una amplia trayectoria como dirigente estudiantil y política. Incuestionable capacidad de organización. Una persona de buenos sentimientos, humilde y con una sensibilidad para escribir impresionante. Se preocupa por su país y por su futuro. Critica las cosas mal hechas y se autocritica con la misma sinceridad.
En pocas palabras he intentado resumir las amplias biografías de estos tres jóvenes periodistas. Todo lo que he escrito de ellos es cierto. Creo que si mezclamos bien sus cualidades, daríamos con un presidente de la UPEC ideal. Con la responsabilidad de Karina, el empeño y los recursos de Urbino, y esa ternura que le pone Leidy a los cosas, todo saldría mucho mejor. Además, ninguno pasa los 30 años, algo difícil de encontrar entre los cuadros de esta organización. Estas son mis propuestas, ojalá salieran electos. Solo hay una dificultad y es que yo no soy miembro de la UPEC (que conste que es porque en mi trabajo no hay delegación de base, ellos no ha querido tramitarme de otra manera y yo no he insistido tanto tampoco) por tanto no puedo proponerlos a ninguno.
Tengo la esperanza de que alguno llegue aunque sea a vicepresidente, así quizás se agilicen mis papeles y pueda asistir de invitado al próximo congreso.
Fuente: Letra Joven