¿Queremos ser del Partido Comunista?

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Por Rodolfo Romero Reyes

Una joven cubana visita el gran país asiático. Un joven chino, al saber su procedencia, le pregunta si es militante del Partido. Ella alega que no, que es muy joven, y él, que no la sobrepasa en edad, le dice que ya es miembro del Partido Comunista. Por último, la cubana le explica qué es la Unión de Jóvenes Comunistas y allí termina la conversación.

La anécdota, contada ante un grupo de amigos, sacó a relucir el tema de la doble militancia. Hay jóvenes que militan en ambas organizaciones, y eso es admirable. Lo preocupante es que hay muchos que, luego de militar en la UJC, deciden no entrar al PCC.

Muchos de los que aún no somos miembros del Partido y sí de la UJC tenemos nuestras dudas. Imagino que se debe, en unos casos, al imaginario que una parte importante de nosotros tenemos de los núcleos del Partido; y en otros, al mal funcionamiento (verticalidad, sentido rutinario y burocratismo) de algunas organizaciones de base de la UJC.

Por estos días, en que se cumplirá un aniversario importante de la fundación del Partido y teniendo en cuenta que en un par de años llegaremos a los 30 de edad, un grupo de amigos nos planteamos la pregunta que da título a estas líneas. Entonces, llegó a nuestras manos un video con algunas intervenciones de Raúl acerca del Partido y su funcionamiento.

En las palabras iniciales del audiovisual Raúl decía: «Yo soy un hombre de Partido antes de vestir este uniforme». ¿Por qué tanta devoción por una organización política? La respuesta aparecía más adelante: El Partido es indispensable para consolidar la unión de nuestro pueblo. Es el único que, a falta del Comandante en Jefe, puede garantizar la unidad de nuestro país.

El 26 de febrero de 1987, yo aún no había nacido, afirmaba Raúl: «A un comunista, a un joven comunista, civil, militar, en su trabajo diario o en cualquier actividad, nada le puede ser indiferente. Militante del Partido que al pasar por aquí y vea un problema, sea civil o militar, y dé la vuelta por la otra esquina para no colaborar con la solución del mismo, o enfrentarse al mismo, por muy buen trabajador que sea y muy buena gente que sea, no tiene condiciones para ser miembro del Partido».

Lo decía con una fuerza que dejaba bien claro el rol de los militantes. ¿Ocurre así hoy en día? Por suerte, en algunos lugares sí. Lamentablemente, en otros no.

En la misma intervención Raúl ponía un ejemplo: «Y si yo soy comunista, muy buena gente, pero en la concreta, en el trabajo, no doy resultados, cuando yo rinda cuentas en mi organización de base, la misma tiene derecho a pedirme el carné del Partido. No basta con ser bueno, trabajador y buena gente; hay que ser algo más, para ser militante».

Según entendíamos, quienes veíamos el video, el Partido debía ser el más crítico ante las cosas mal hechas, crítico incluso con los jefes que se equivocan. «Nadie puede estar por encima del Partido. Frente a él, sin importar jerarquía, no vale la soberbia o la prepotencia. Los jefes deben escuchar al Partido y no tratar de hacer valer sus opiniones por encima del Partido», decía Raúl. En resumen, el Partido no podía ser tolerante ante la deficiencia de aquellos que desempeñan determinada jefatura; sino todo lo contrario, debían ser críticos y hacerlos trabajar mejor.

En una intervención más reciente, el 6 de marzo del 2004, afirmaba que los militantes debían «tener la suficiente perspicacia y olfato político para percibir los primeros síntomas de deterioro moral en una persona, en el momento cuando todavía pueden resultar efectivas una crítica enérgica o una corrección disciplinaria y así evitar que llegue al punto de convertirse en un vulgar delincuente».

Todas estas ideas aclararon un poco el papel que deben jugar –lamentablemente no el que juegan en todos los espacios–, los militantes del Partido. Comparto y recomiendo el video. En él Raúl explica a profundidad lo que cree y piensa del PCC. En fechas, como las que pronto conmemoraremos, son útiles y muy necesarias estas reflexiones. Me despido con una de las últimas que aparecen en el video:

«El Partido representa los más altos intereses de la Revolución y su continuidad histórica. Se es militante del Partido con independencia del lugar donde se milite y de la profesión que se ejerza: lo primero es el Partido».

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