Respalda Mariela Castro críticas a nuevo Código de Trabajo

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Tomado de Paquito el de Cuba, por Fransisco Rodríguez Cruz

Una declaración de la diputada Mariela Castro Espín expresó este sábado su inconformidad por la exclusión del principio de no discriminación por identidad de género en el texto definitivo del nuevo Código de Trabajo, así como su respaldo a las críticas de activistas y periodistas a propósito de este hecho.

“Sigo sosteniendo que la discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación, por eso aplaudo el periodismo crítico revolucionario que está haciendo sus mejores contribuciones”, enfatizó la directora del Centro Nacional de Educación Sexual, desde la página web de esa institución estatal cubana.

Luego de la denuncia hecha en esta bitácora, numerosos blogs y ediciones digitales reprodujeron o analizaron los pronunciamientos que generó la publicación de la Ley No.116 Código de Trabajo, sin incluir en el inciso B de su artículo 2 al menos dos de las propuestas que Castro Espín hizo en el Parlamento con el respaldo de varios de sus integrantes.

La periodista Dixie Edith, el activista y bloguero Camilo García, el portal para Cuba de la agencia IPS, el sitio Progreso Semanal y hasta la edición digital de El Nuevo Herald, reflexionaron o reportaron sobre la polémica, que también tuvo el apoyo de bitácoras muy reconocidas en la Isla como La Joven Cuba, La Chiringa de Cuba o Cartas desde Cuba, de Fernando Ravsberg, entre otras como La Esquina de Lilith, MambíVerdad, y posiblemente alguna más que escapara a mi rápido rastreo .

También tomaron partido en el debate al reproducir nuestra denuncia en sus páginas, grupos de activismo como la Red Observatorio Crítico y el Proyecto Arcoíris.

Muy a tiempo llega, pues, esta postura diáfana de la diputada Mariela, en un episodio al que pareciera que le falta ahora alguna explicación oficial pública desde la Asamblea Nacional del Poder Popular. ¿La tendremos alguna vez?

Aquí el texto íntegro de la declaración de la directora del Cenesex:

La discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación

La reciente publicación en la Gaceta Oficial, de la Ley 116 del Código de Trabajo, ha despertado duras críticas asociadas con la no inclusión de la identidad de género, como uno de los motivos para no discriminar. Estas críticas ponen de manifiesto una sensibilidad creciente, en la sociedad cubana, con el tema de los derechos y la lucha contra cualquier tipo de discriminación, que también incluye a la identidad de género, como quedó expresado en las recomendaciones de la Primera Conferencia del Partido Comunista de Cuba. Esta situación requiere de la máxima atención de nuestra sociedad,  y alerta sobre la necesidad de fortalecer el trabajo de la ciudadanía y de sus representantes para lograr estos objetivos.

Interpreto lo ocurrido como parte de las tensiones creativas propias de todo proceso revolucionario. Revolucionar no es encontrarnos con lo nuevo de golpe, es analizar contradicciones, superar imaginarios sociales hegemónicos que durante siglos han estigmatizado a muchas personas que sufren las consecuencias de la exclusión social, es trabajar para que los dispositivos sociales, mediante acciones concretas, hagan realidad la voluntad política expresada en los documentos partidistas, es trabajar para analizar los mecanismos a través de los cuales nos construimos como sujetos históricos, desde donde producimos y reproducimos lo que nos emancipa y lo que nos enajena. Revolucionar es un acto valiente y generoso que nos permite reconocernos en las contradicciones para fortalecer nuestra conciencia crítica en post de la transformación social revolucionaria.

Sigo sosteniendo que la discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación, por eso aplaudo el periodismo crítico revolucionario que está haciendo sus mejores contribuciones. La  autocrítica permanente y comprometida ha de llevarnos a seguir luchando por lo que creemos justo y necesario para seguir construyendo una sociedad emancipada.

Como ciudadana comprometida con este proyecto histórico, me hago cargo, desde mi responsabilidad profesional e institucional, de transmitir cada vez con más claridad las reflexiones que ayuden a nuestro pueblo a dialogar sobre estos temas, para seguir avanzando en nuestros anhelos de conquistar toda la justicia.

Por Mariela Castro Espín

 

Fuente: Cartas desde Cuba.

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